El multimillonario arribó a su propia playa en un yate ante la mirada de cientos de personas que lo esperaban.
Según el servicio meteorológico nacional, la temperatura en Mar del Plata no superaba los 25 grados en la tarde de sábado. Seguramente estaban muy lejos del nuevo parador Nikki-Fortbeach. Sí, allí el termómetro estaba bien alto por la gran cantidad de personas (cómo pocas veces se vio) que esperaban con ansiedad la llegada del mediático multimillonario Ricardo Fort, que inauguró oficialmente su propia playa.
Desde temprano esperaban el arribo del hombre de los chocolates, que estaba previsto para las 17, por eso todos miraban hacia la entrada del predio. Pero cerca de las 18, en la lejanía de las aguas se vio llegar un yate blanco con una letra "F" a un costado. Automáticamente los ojos de las personas y las cámaras de los periodistas giraron para verlo a él junto a sus guardaespaldas y amigos.
Poco a poco el bote se fue acercando a la arena de la Feliz, donde lo aguardaban dos camionetas Hummer que lo llevaron hacia el centro del parador costeando la orilla. Allí la prensa y sus fanáticos se amontonaron a su alrededor ante la felicidad de Ricky y su novia Virginia Gallardo. Todo esto al ritmo del tema que lo identifica: "I Know You Want Me".
"Quiero crear una playa estilo Ibiza. Una playa con una barra especial, donde los tragos sean diferentes, música a todo lo que da para que la gente, además de tomar sol, pueda venir a bailar. Algo diferente", explicó Fort cientos de veces. Y sin perder el tiempo, le puso precio en euros a los lujos de sus arenas. Quien desee alquilar una sombrilla deberá abonar, por día, $100.
Pero no sólo a eso le puso precio el multimillonario. Dentro del predio hay varias camas para sentarse a tomar algo, o simplemente acostarse en ellas que cuestan $150. Sin embargo ya no cuentan con dos de ella, porque se rompieron a causa de la revolución que creó cuando se asentó en el lugar para charlar con la gente.
A su vez, para pasar toda una jornada de forma privada en uno de los paradores de lugar, habrá que pagar $300. Tampoco pierden de vista a Fort sus amigos, modelos ni guardaespaldas. Muchos de ellos lo estuvieron esperando en el parador, mientras que algunos lo acompañaron en la travesía de la llegada.
Entre los que se quedaron en tierra firme se encontraba su coiffeur, Ramiro, que contó que Ricardo "tiene dos peinados: uno para atrás y otro para arriba. La barbita debajo de la pera se lo hace el solo". Le corta el pelo cada siete u ocho días, ya que el mediático "es muy detallista".
Por otro lado, quien se dio cita a la inauguración fue Anabel Cherubito, una de las integrantes de la obra "Fortuna", protagonizada y producida por el multimillonario. La Gallega llegó sola en su auto desde el departamento que le alquila el heredero de chocolates Felfort en La Feliz.
Fuente Terra
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